Cuáles son los servicios basados en el conocimiento que exporta la Argentina
Ian, una historia que nos movilizará es un multipremiado cortometraje que unió a Disney Channel, Discovery Kids, Nickelodeon, Cartoon Network y YouTube Kids para transmitirlo en simultáneo. Con el objetivo de generar conciencia sobre la inclusión y contra el bullying, la historia se acerca a la realidad de la discapacidad de un niño de 9 años con encefalopatía crónica no evolutiva. En televisión, la serie Mini Beat Power Rockers lidera los ratings en América Latina y desplazó del podio nada menos que a Peppa Pig. Cuenta con más de 700 millones de vistas mensuales en YouTube y fue nominada a un International Emmy, elegida entre más de 2600 programas de 93 países. Ambas son creaciones de Mundoloco, uno de los principales estudios argentinos, que exporta el 80% de su producción al mundo. Nació como una idea osada de Juan Campanella, Jorge Estrada Mora y Gastón Gorali de competir de igual a igual con los grandes estudios de animación del mundo, pero contando historias propias y originales. Artistas, guionistas, ilustradores, animadores, programadores, técnicos y productores trabajan allí alrededor del contenido. El primer proyecto fue Metegol y resultó la película de animación más grande creada en América Latina, estrenada en más de 50 países. “Desde Mundoloco Labs desarrollamos nuevas formas de entretenimiento interactivo, vinculando el storytelling con inteligencia artificial. Junto a R/GA, líder internacional en innovación, trabajamos en una nueva plataforma tecnológica de entretenimiento interactivo”, cuenta Gastón Gorali.
Inipop es una pyme basada en internet de las cosas (IOT) que desarrolló una estación meteorológica que permite monitorear diversas variables ambientales del contexto, combinando sensores de precisión e inteligencia artificial para la toma de decisiones, principalmente en ciudades y el campo. Desde la Argentina, además de comercializar el hardware se está haciendo transferencia de conocimiento de esta industria a mercados como Perú, México, Uruguay, Paraguay, Chile y Colombia. Para el período 2019-2020 tienen proyectado que los productos y servicios de exportación asuman más del 60% de su facturación total.
El Instituto de Neurociencia Cognitiva y Traslacional (Incyt), que depende del Conicet, de la Universidad Favaloro y de la Fundación Ineco, utiliza diferentes combinaciones de machine learning, neurociencias y ciencias cognitivas para tratar de predecir la conducta humana en muchos dominios diferentes. “Por ejemplo, en Colombia, trabajamos con la Agencia Nacional para la reincorporación a nivel de estudios de población (26.000 participantes) usando machine learning con cientos de potenciales predictores de violencia en excombatientes (tipo de redes sociales, amenazas percibidas, ideología política y social, rasgos mentales, cuadros psicopatológicos). Podemos predecir si las personas cometieron violencia y también desarrollar perfiles diferenciados que deban ser considerados en los procesos de reintegración. En el ámbito de las imágenes cerebrales, con el Global Brain Health Institute (GBHI) de la Universidad de California San Francisco (UCSF) usamos información de diversos tipos de imágenes cerebrales obtenidas en diferentes partes del mundo para predecir el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas”, describe Agustín Ibáñez, director del Incyt, sobre algunos de los servicios que se están ofreciendo desde la Argentina. Han desarrollado pruebas cognitivas y de aplicación masiva para detectar déficits cognitivos que puedan predecir futuras patologías y han desplegado una amplia red internacional en la cual están testeando la validez transcultural de dichas pruebas en la Argentina, Chile, Colombia, Australia, Estados Unidos, Alemania y Gran Bretaña.
¿Qué tienen en común estas tres empresas? Son ejemplos de que la diversidad de actores argentinos parte de uno de los sectores más dinámicos de la economía local, formado por empleos de alto valor agregado y con una potente capacidad de exportación. Esto lo posiciona en el tercer lugar después del agro y las automotrices: son los servicios basados en conocimiento (SBC), una gama amplia de rubros que crece en calidad y volumen, que en 2018 superó los 6000 millones de dólares en exportación y aspira a representar el 15% de las exportaciones argentinas hacia 2030.
En la Argentina, las actividades de la economía del conocimiento, es decir, aquellas que unen el uso intensivo de la tecnología y el capital humano altamente calificado (software, biotecnología, ingeniería, servicios profesionales y producciones audiovisuales, entre las principales) son las más dinámicas: el empleo entre 2007 y 2017 creció 65% más que en el resto de la economía, y las ventas también se incrementaron 70% en el mismo período, frente a un avance general del 12%. En su totalidad, los sectores de SBC emplean a más de 430.000 personas en forma directa.
“Además, la economía del conocimiento tiene la capacidad de ayudar a crecer a los demás sectores de la economía: software e impresión 3D para la industria manufacturera, robótica para la maquinaria agrícola, inteligencia artificial para el comercio, biotecnología para el agro y la salud, entre otras. No hay sector productivo donde la economía del conocimiento no esté transformando la manera de hacer las cosas y abriendo oportunidades. En la Argentina, el desafío es doble. Por un lado, estamos avanzando en un ordenamiento macroeconómico imprescindible, la necesidad de mejorar la competitividad es una tarea prioritaria y está en el podio de las prioridades de las pymes, pero no podemos dejar de lado la necesidad de trabajar en la agenda de productividad con innovación y tecnología”, admite Mariano Mayer, titular de la Secretaría de Emprendedores y Pymes de la Nación.
En los últimos tres años fue el sector con mejor desempeño de sus exportaciones al marcar un alza del 14%, el doble de la que presentaron las de bienes. El aumento de las exportaciones fue generalizado en todos sus componentes, aunque se destacaron los de servicios informáticos, uso de propiedad intelectual y servicios audiovisuales.
Hay aproximadamente 30 clusters o polos de SBC en todo el país, que reúnen a 1460 empresas. Más de la mitad se concentra en cuatro jurisdicciones: Córdoba, CABA, Buenos Aires y Santa Fe, y su actividad principal está vinculada al software y servicios informáticos.
En ingeniería de procesos, una referente es Y-Tec. La empresa de YPF dedicada a desarrollo e innovación en procesos exporta su know how a mercados globales. Otro sector que escala en protagonismo el es de biotecnología y servicios ligados al agro. Por ejemplo, Sinergium Biotech SA es una empresa argentina que fabrica, comercializa y distribuye vacunas humanas, entre ellas, la vacuna antigripal, la vacuna contra el neumococo y la vacuna contra el virus del papiloma humano. Emplean 270 personas en su centro productivo de Garín, partido de Escobar. “Desde 2017 hemos estado registrando nuestros productos en la región, y este año hemos comenzado con las exportaciones a Bolivia y Paraguay de vacuna antigripal trivalente estacional adulto y pediátrico (Viraflú), y la vacuna para tratamiento de cáncer superficial de vejiga (Carcivac). Además de poner a disposición los productos de alta calidad, colaboramos con las autoridades de salud y comunidad médica de cada país al que exportamos con el aporte de todo el conocimiento sobre vacunas, cadena de frío, recomendaciones de estrategias de inmunización y capacitación. Para el futuro estamos registrando mas productos para exportar a la región, y esperamos tener los registros aprobados también en más países”, explica Fernando Lobos, director de desarrollo de negocios de Sinergium.
Enfocada en soluciones para la productividad de cultivos, en Bioceres registran unos 40 millones de dólares en ventas al exterior, básicamente de servicios de investigación y desarrollo, bioinsumos y también por licencias vinculadas a propiedad intelectual. “Hoy el comercio exterior o la exportación comprende entre un 20-25% de nuestros ingresos totales (a futuro esperamos que implique dos tercios de nuestras ventas). A diferencia de la mayoría de otras industrias que se especializan simplemente en una tecnología, química, producto, o etapa del desarrollo de los cultivos, hemos desarrollado una plataforma multidisciplinaria y multiproducto capaz de proporcionar soluciones durante todo el ciclo de cultivo, desde la siembra hasta el transporte y almacenamiento. Nuestra plataforma está diseñada para llevar de manera rentable, tecnologías de alto valor al mercado a través de un enfoque de arquitectura abierta”, describe Federico Trucco, CEO de Bioceres.
No tan soft
Uno de los principales sectores de los servicios basados en conocimiento está representado por el software. La Cámara de la Industria Argentina del Software (Cessi), presentó los resultados de la reciente encuesta anual del Observatorio Permanente de la Industria de Software y Servicios Informáticos (Opssi) de 2018, realizada a 201 empresas con 19.600 trabajadores en total. Se informó que las ventas en pesos corrientes de la Industria Argentina de Software en 2018 aumentaron en un 43,2% con respecto a 2017, lo que generó un incremento del 5,6% en el empleo registrado que, de acuerdo con el Indec, arroja la cifra de 5337 nuevos puestos de trabajo. Así, la facturación total expresada en dólares fue de 3283 millones de dólares a un tipo de cambio anual promedio de $28,13, de los cuales 1701 millones provienen de las exportaciones.
“A pesar de la recesión económica en 2018 y las altas tasas de interés, la industria del software demuestra con su permanente creación de nuevos puestos de trabajo su gran potencial y el compromiso sostenido en los últimos 15 años”, expresó Aníbal Carmona, presidente de Cessi. La encuesta también midió las expectativas para 2019 y reveló que, de existir talento capacitado suficiente en el país, las empresas aumentarían en promedio su plantel de profesionales hasta un 14,3%, lo que implicaría la creación de más de 14.400 nuevos puestos de trabajo registrados. Al mismo tiempo, los empresarios de la industria del software esperan poder crecer en 2019 un 32,4% en pesos (considerando un aumento promedio de precios del 24,1%) y aumentar las exportaciones en un 16,4% en dólares.
Una de las pymes que más proyección tuvieron en los últimos años nació en Jujuy y fue fundada por Pamela Scheurer, una ingeniera que creó Nubimetrics, una plataforma de análisis de comercio online que les provee a los vendedores que usan Mercado Libre toda la información para mejorar sus oportunidades de venta en la plataforma. “Exportamos desde Jujuy a 12 países en América Latina, lo cual representa un 48% de nuestra facturación total, y en los próximos dos años nuestro objetivo es aumentarlo al 80%. Queremos generar trabajo de calidad en el interior y potenciar a todo el NOA”, dice la emprendedora, que para arrancar usó la indemnización de un trabajo, hipotecó su casa y en 2018 facturó 3 millones de dólares. Otras pymes locales de software que están escalando en volumen exportador son Wolox, Lagash (la Argentina es su casa central y representa el 40% de sus ingresos globales; para 2020 proyecta exportar 8 millones de dólares desde aquí), Etermax, Snoop Consulting, entre muchas otras. A estas hay que sumarles micropymes y hasta profesionales independientes, que son muy demandados internacionalmente. Como muestra, sirve el reconocimiento que hace dos meses anunció Coursera, una de las principales plataformas de educación digital: los argentinos fueron rankeados como el mayor talento en tecnología de todo el mundo.
Claro que también en la escena local están los llamados unicornios tech, como Globant, Mercado Libre y Despegar. Globant, empresa de desarrollo de tecnología y transformación digital, exporta el 90% de sus servicios. “El mundo está viviendo dos grandes revoluciones al mismo tiempo: la revolución digital y la cognitiva, que están cambiando la manera en que las organizaciones interactúan con los consumidores. Ambas juntas suponen un mercado de seis mil millones de dólares en los próximos cinco años. Los servicios en general, pero especialmente los Servicios Basados en el Conocimiento, pueden ser uno de los principales motores de empleo del país”, dijo a la nacion revista Martín Migoya, uno de los socios fundadores de Globant. Consultado por sus exportaciones, desde Mercado Libre no revelaron la información. La plataforma de e-commerce ya emplea a 7500 personas (3540 en Argentina) y vale unos 28.450 millones de dólares en la bolsa, lo que la convierte en la empresa argentina mejor cotizada del mundo, con 13 centros de desarrollo en el país.
También firmas internacionales con sedes locales están generando servicios basados en el conocimiento argentino for export. Accenture está a punto de alcanzar los 10.000 empleados en el país. “Más del 50% de lo que producimos se exporta a más de 170 clientes en industrias que abarcan los Servicios Financieros, Recursos Naturales, Consumo Masivo y Telecomunicaciones en 16 países, incluidos Estados Unidos, Canadá, varios países de Europa y América Latina”, describe Flavio Squillacioti, director ejecutivo de Accenture Argentina. Entre los SBC que se exportan están: desarrollo y transferencia de conocimiento en inteligencia de datos, inteligencia artificial, blockchain, realidad inmersiva y seguridad. Microsoft, SAP, RedHat, entre otras, también exportan este tipo de servicios.
IBM Argentina, en tanto, invirtió 15 millones de dólares en 2018 para expandir sus capacidades de innovación digital. En este caso, se amplió su campus de Martínez y se inauguró el Client Center-Centro de Innovación Tecnológica, desde donde se trabaja con inteligencia artificial, servicios de nube, blockchain, seguridad e internet de las cosas. IBM cuenta con equipos locales de Innovación y Desarrollo que trabajan conectados con los 13 laboratorios de IBM en el mundo en la cocreación de nuevas tecnologías. “Un mundo en desarrollo necesita cada vez más servicios basados en el conocimiento y la demanda aumentará. La educación es una pieza clave para el desarrollo de la Argentina. Esta debe ser acompañada de acciones concretas, como la capacidad de revisar y revaluar constantemente lo que enseñamos. En un mundo cada vez más conectado y dinámico surgen nuevos paradigmas, es vital repensar e impulsar también las carreras terciarias”, opina Roberto Alexander, presidente y gerente general de IBM Argentina.
Ley de fomento
Esta semana se aprobó en el Congreso la Ley del Conocimiento, que se presenta como una “continuidad pero mejorada” del proyecto que impulsó Roberto Lavagna cuando era ministro de Néstor Kirchner, y que permitió desarrollar la industria del software. “Apuntamos hacia 2030 a la creación de 215.000 nuevos trabajos, que significa duplicar la cifra actual, y a US$15.000 millones de exportaciones”, explica Mayer.
La nueva ley incluye biotecnología, robótica, inteligencia artificial, impresión 3D, industrias creativas, satélites, y servicios profesionales de exportación. Prevé una baja en el costo laboral y en Ganancias. Busca duplicar el empleo y saltar de los US$6000 millones a US$15.000 millones en exportaciones para 2030. Contempla un mínimo no imponible acelerado para no pagar contribuciones patronales. En cuanto al impuesto a las ganancias, que para el conjunto de las empresas es 30% sobre las utilidades y otro 7% sobre el reparto de dividendos, con el objetivo de estimular que el usufructo no se reparta sino que se reinvierta, en las tecnológicas será de 15% y 13% si se distribuyen utilidades. Además, si se exporta a un país sin convenio de doble imposición, los impuestos que se retienen en ese país de destino se pueden tomar a cuenta de Ganancias. La estabilidad fiscal es otro pilar de la ley, que incluye los derechos de exportación que no podrán subir de los actuales 4 pesos por dólar y se estipula que quienes facturen hasta US$600.000 por año no lo paguen.
Para aplicar a los beneficios de la ley, las empresas deben demostrar que el 70% de la facturación proviene de una de las actividades tecnológicas citadas y tener una certificación de calidad. El 3% de sus ingresos se debe aplicar a la investigación y desarrollo, el 8% a capacitación, y tiene que exportar, como mínimo, un 13%. Según Mayer, las microempresas pueden acceder a los beneficios y cuentan con 3 años para alcanzar los otros requisitos.
Luis Galeazzi es el director ejecutivo de ArgenCon, una entidad que busca promover la exportación de servicios basados en el conocimiento y posicionar a la Argentina como un actor relevante de la industria a nivel mundial. Cuenta con 38 empresas socias que exportan unos 800 millones de dólares en SBC. “Si pensamos a los SBC como una maratón, con la Argentina corremos en el segundo pelotón. Veníamos muy bien hasta 2012, pero vamos perdiendo posiciones, porque otros corren más rápido que nosotros y nos van desplazando. Mantener nuestro ritmo no alcanza, hay que aumentar la velocidad, para eso necesitábamos la ley”. Según Galeazzi, con este incentivo se puede dar trabajo a la totalidad de los actuales egresados universitarios en carreras afines. El sector afronta ahora un inédito impuesto del 12% a la exportación de SBC, que, según el Gobierno, es excepcional por el estado de las cuentas públicas, que se verá limitado a dos años y que excluye a las pymes que facturan hasta 600.000 dólares al año. Para Carmona, de la Cessi, esta ley genera “un Vaca Muerta de la gente”.
Una internacionalización posible
Exportar servicios a otros países conlleva un aprendizaje que muchas empresas comprenden cuando se topan con las primeras barreras en su salida al mundo. Romina Gayá es economista y se especializó en el asesoramiento y análisis de empresas argentinas que exportan SBC. “Los servicios basados en conocimiento tienen la ventaja de que podés ser muy chico, pues hasta un trabajador independiente o freelance puede exportar servicios desde su casa a través de internet. Pero esta facilidad no quita que haya dificultades para pymes y emprendedores para entender las dinámicas y los requerimientos de cada país”, advierte.
Al igual que desde la Secretaría de Pymes y Emprendedores, desde la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional se brinda asesoramiento y herramientas para las empresas que quieran exportar. Por ejemplo, con el programa de internacionalización ayudan a las empresas a abrir oficinas e instalarse en otros países para que puedan expandir sus negocios en nuevos mercados, y se brindan cursos gratuitos para desarrollar capacidades técnicas y de gestión que mejoren su salida al mundo. La plataforma BuyArgentina.gob.ar facilita el acceso a inteligencia comercial y une la oferta exportable de productos y servicios argentinos con importadores y oportunidades de negocio en todo el mundo.
Asoman también nuevos servicios anclados en especializaciones y contextos sociopolíticos locales. Georgina Sticco y Carolina Villanueva son socias desde hace 9 años, y desde su consultora, Grow, trabajan con organizaciones para fomentar una perspectiva de equidad de género en su gestión, productos y servicios. Su trabajo en la Argentina contempla una mirada global de la temática que llamó la atención de organizaciones en Kenia, México, Chile y China, donde empezaron a transferir conocimiento y asesorar desde la experiencia local. También como parte de su plan de exportar el trabajo de las agencias digitales, Interact, la Unión de Agencias Interactivas de Argentina, junto al Interactive Advertising Bureau de Argentina (IAB), entidad que agrupa a las principales empresas de internet y de publicidad digital, organizaron durante abril en Londres el encuentro The 2019 Digital Landscape. La iniciativa forma parte de una apuesta por la internacionalización del trabajo de las agencias, el objetivo de la cámara para este año. “La Argentina tiene muy buen talento, de manera que el crecimiento de todas nuestras compañías va a tener que ver con el hecho de que cuánto más grande sea el mercado donde vamos a competir, mejor. Lo que queremos hacer desde Interact es empujar para que cualquier agencia dentro de la cámara pueda exportar, si quiere. Apostamos en 2019 a jugar muy fuerte para abrir todos esos lazos con el mundo”, explica Gustavo Buchbinder, presidente de Interact.
“Culturalmente, es un país de avanzada, lo que es un enorme diferencial. Hay buenos escritores, diseñadores. Tecnológicamente hay cantidad de empresas que están haciendo camino en el exterior y el nivel de los profesionales es de excelencia”, destacó. Desde las neurociencias hasta el entretenimiento, desde la biotecnología hasta la optimización de procesos, el talento argentino quiere hacerse un lugar definitivo en el mundo con mucho más que granos y bienes tangibles.
Por: Martina Rua
Source: La Nacion